Juchitán. – Las fuertes lluvias registradas en Oaxaca desde la madrugada de hoy inundaron calles y viviendas del puerto de Salina Cruz y obligaron a las autoridades petroleras a establecer un protocolo de seguridad en la refinería “Antonio Dovalí Jaime”.
Dicho protocolo se activó después de que varias calles de la zona sur de la refinería, donde funcionan las plantas procesadoras de gasolinas, se inundaron.
Como resultado de la implementación de este protocolo, autoridades petroleras bloquearon el paso a trabajadores y vehículos y entre 2 mil 500 a 3 mil obreros que laboran para las compañías al servicio de Petróleos Mexicanos (Pemex), suspendieron sus labores, principalmente de mantenimiento, aunque las 28 plantas de la refinería siguieron laborando sin mayores contratiempos.
Como parte del protocolo de seguridad, en los accesos vehiculares de la refinería, hubo revisiones a todo tipo de unidad de motor, tanto de Pemex como de compañías, para asegurar que los vehículos cuenten con un aditamento llamado “mata-chispa” y lleven extinguidores.
La zona sur de la refinería, donde se inundaron las calles, fue aislada. Personal de vigilancia bloqueó los pasos, impidió el tránsito peatonal y vehicular y colocó cintas de seguridad y vigiló la evacuación de los obreros que laboran en la construcción de la planta coquizadora.
El pasado sábado 7 de septiembre, después de una torrencial lluvia que desbordó los sistemas de drenaje pluvial e industrial, se registró una explosión e incendio que causó la muerte de dos trabajadores de compañía, lesionó con quemaduras a otro y cubrió el cielo con un denso humo negro.
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