Oaxaca de Juárez.— La cancelación de una calenda para festejar su primer año; el cambio de sede y el acarreo en autobuses de miles de personas para llenar el Auditorio Guelaguetza de último minuto; conatos de enfrentamiento entre grupos de personas que buscaban impedir el ascenso de los maestros al Cerro del Fortín, cristalazos a autobuses, protestas y quema de lonas y propaganda electoral fue el resultado del boicot realizado este día por el magisterio al Primer Informe del gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz.
Luego del anuncio de boicot al evento del mandatario morenista y las primeras protestas de integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en el zócalo capitalino y el Congreso del Estado, el gobierno de Oaxaca informó de último minuto la cancelación de una calenda convocada para las 5 de la tarde y el adelanto y cambio de sede del mensaje de Jara Cruz, del zócalo al Auditorio Guelaguetza.
Ante ello, un contingente de docentes se trasladó a dicho recinto en el Cerro del Fortín y pese a que presuntos grupos de choque intentaron impedir que subieran al auditorio, con quienes intercambiaron algunos golpes, finalmente llegaron al lugar para protestar por lo que consideran un año perdido para la educación en Oaxaca.
Mientras en el interior los asistentes coreaban el nombre del mandatario, en la parte de afuera al menos 200 docentes afirmaron que su presencia se debía para repudiar el informe de Jara y para acusar falta de voluntad política para atender las exigencias del magisterio, como la contratación de personal de base para los 12 niveles educativos.
Al grito de “¡Gobierne quien gobierne los derechos se defienden!”, los maestros acusaron falta de voluntad política para resolver sus exigencias, tanto del gobernador oaxaqueño como de las autoridades federales, dado que ni Salomón Jara ni María Luisa Alcalde, secretaria de Gobernación a la mesa ya pactada para el pasado 13 de noviembre.
Mientras el gobernador daba su mensaje en auditorio repleto de personas que fueron transportadas en decenas de autobuses, afuera el magisterio coreaba una y otra vez: “¡Aquí no hay acarreados, adelante, atrás, a los lados, aquí no hay acarreados!”.
Finalmente los maestros quemaron propaganda política y lonas que se encontraban en las inmediaciones, y bajaron del Cerro del Fortín con rumbo al zócalo capitalino, donde advirtieron la posibilidad de permanecer en plantón.
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