Elon Musk, su millonario sorteo y las elecciones: ¿marketing político o compra de votos?

El multimillonario sortea un millón de dólares diarios en estados clave de EE. UU., lo que ha despertado críticas sobre su legalidad.

El multimillonario Elon Musk ha generado polémica con su reciente iniciativa de sortear un millón de dólares diarios entre votantes de los estados clave en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. A simple vista, este sorteo parece una estrategia de marketing más, pero las condiciones del mismo han despertado fuertes críticas y han llevado a algunos expertos a cuestionar la legalidad del proceso.
Un sorteo con trasfondo político
Musk, considerado el hombre más rico del mundo, ha lanzado una oferta difícil de ignorar: regalar un millón de dólares al día hasta la jornada electoral del 5 de noviembre de 2024. Sin embargo, más allá del atractivo premio, la iniciativa está vinculada a una agenda política muy específica. Desde julio, Musk ha destinado 75 millones de dólares al «America PAC», un comité de acción política (PAC) que busca asegurar la reelección del republicano Donald Trump. Los fondos del sorteo provienen directamente de este PAC.

El pasado fin de semana, Musk hizo entrega personalmente de los primeros dos cheques en eventos de campaña en Pensilvania. Para participar en el sorteo, los interesados deben registrarse en una página web y completar una encuesta, pero esto no es lo único. Los participantes también deben firmar una petición política antes del lunes 21 de octubre, en la que expresan su apoyo a las dos primeras enmiendas de la Constitución de EE. UU.: el derecho a la libertad de expresión y el derecho a portar armas. Aunque este respaldo pueda parecer inofensivo, la segunda enmienda es un tema muy controvertido en la política estadounidense actual, ya que se ha convertido en un estandarte de los sectores más conservadores, especialmente aquellos que se oponen a las reformas de control de armas.

¿A quién va dirigido el sorteo?

Para ser elegible en este sorteo, los participantes deben estar registrados para votar en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre y residir en uno de los llamados «estados pendulares» o «swing states»: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania o Wisconsin. Estos son los estados donde la competencia entre republicanos y demócratas sigue siendo reñida, y donde se prevé que se decidirá el resultado de las elecciones. La elección del público objetivo no es casualidad, ya que se espera que en estos estados clave se defina si Donald Trump regresa a la Casa Blanca o si la demócrata Kamala Harris logra la victoria.

En Pensilvania, Musk ha ido un paso más allá, ofreciendo 100 dólares adicionales a cada votante registrado que firme la petición. Esta iniciativa ha generado una intensa discusión legal sobre si su estrategia puede ser considerada una compra de votos.

Un debate sobre la legalidad del sorteo
El aspecto legal de esta campaña ha sido ampliamente debatido. Rick Hasen, profesor de Derecho de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), publicó un artículo en el que sostiene que Musk está «comprando votos de manera ilegal». Según Hasen, la combinación de incentivos financieros y apoyo político directo podría violar las leyes electorales estadounidenses.

Por otro lado, Brendan Fischer, un abogado experto en financiación de campañas, declaró que esta situación se encuentra en un «límite legal». Según Fischer, si los beneficios se ofrecieran a cualquier persona que firmara la petición, sin importar su registro de votante, no habría dudas sobre la legalidad. Sin embargo, vincular los pagos al registro de votantes podría suponer una violación de las leyes.

En contraste, el tabloide conservador New York Post citó a Bradley Smith, excomisario electoral, quien opinó que Musk no está pagando directamente por el registro de votantes, argumentando que la mayoría de los beneficiarios del sorteo ya estaban registrados antes de participar.

Reacciones desde el ámbito político
El gobernador demócrata de Pensilvania, Josh Shapiro, ha pedido a las autoridades que investiguen la legalidad del sorteo. Durante una entrevista en NBC, Shapiro declaró: «Ya no soy el fiscal general de Pensilvania, soy gobernador, pero esto plantea serias dudas».

Mientras Musk pone su rostro en esta controvertida campaña, el verdadero motor detrás de ella es «America PAC», el comité de acción política que él mismo fundó en julio de 2024 con el propósito de apoyar la campaña de Trump. Según un informe de Reuters, Musk fue el único donante de este PAC entre julio y septiembre de este año.

El valor de la información recabada
Un aspecto clave que ha generado inquietud es el destino de la información proporcionada por los participantes en el sorteo. En las campañas políticas estadounidenses, las bases de datos de votantes son un recurso sumamente valioso. Se utilizan para crear estrategias de comunicación dirigidas a segmentos específicos de la población, utilizando información como la edad, la ubicación y otros datos demográficos. Además, los grupos de votantes considerados incondicionales a un candidato suelen recibir solicitudes de donativos.

Desde esta perspectiva, la recopilación de datos mediante el registro en el sitio web del sorteo podría otorgar a la campaña de Trump una herramienta estratégica muy valiosa en los siete estados indecisos. El acceso a estos datos podría influir de manera significativa en la dirección de sus mensajes y esfuerzos en la recta final de la campaña.

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